Tan apasionantes como el ascenso y el paisaje del mástil de Los Cocos, son el misterio y la intriga, que nunca se revelarán, de su construcción por el ruso Eduardo Elías Grinberg.
Al parecer Grinberg se radicó en la pequeña villa, acuciado por la enfermedad de su hija Laura, que padecía de asma. Habitaban la llamada "Villa Laurita", que aún se erige en el lugar.
Y aquí todo entra en el terreno de las especulaciones, sobre las causas que el hombre tuvo para donar el monumento a la localidad. Por una parte, las versiones señalan que fue en agradecimiento al país, por haberlo recibido como inmigrante.
Por otra, el reconocimiento a Los Cocos, lugar dónde recuperó la salud su hija Laura. Pero una tercera, ligada íntimamente a la Segunda Guerra Mundial.
La estratégica ubicación del mástil en las alturas, habría tenido un objetivo táctico y bélico. De allí se habrían transmitido señales luminosas en código Morse, durante la Segunda Guerra, a los aliados EL MÁSTIL - CERRO CAMELLO - LOS COCOS - CÓRDOBA.